viernes, 9 de junio de 2017

Madre Tierra

Por suerte, la Madre Tierra
carece de propietario,
de religión, de horario
y es ajena de tu guerra.

Es el humano quien yerra
por pensar que es al contrario
y se muestra temerario;
por eso, su mente cierra.

La Madre Tierra se fragua
por su propio movimiento
a ninguna ley sujeta.

Por eso, aro el agua,
trazo surcos en el viento
y quiero ser su poeta.

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