Que sepas que me halaga
que me honres con tus versos,
se me pone el bello terso
porque tu rima me embriaga.
Y en la resaca no mengua,
pues te deja buen sabor
de retina ser lector
de tus rimas a dos lenguas.
Dicho lo cual, muchas gracias
por serme tan generoso
al desnudarme en tus trazos
pese a mis contumacias,
pues me has puesto modoso.
Recibe un fuerte abrazo.