viernes, 9 de junio de 2017

A Xoan Alonso

Que sepas que me halaga
que me honres con tus versos,
se me pone el bello terso
porque tu rima me embriaga.

Y en la resaca no mengua,
pues te deja buen sabor
de retina ser lector
de tus rimas a dos lenguas.

Dicho lo cual, muchas gracias
por serme tan generoso
al desnudarme en tus trazos

pese a mis contumacias,
pues me has puesto modoso.
Recibe un fuerte abrazo.

Madre Tierra

Por suerte, la Madre Tierra
carece de propietario,
de religión, de horario
y es ajena de tu guerra.

Es el humano quien yerra
por pensar que es al contrario
y se muestra temerario;
por eso, su mente cierra.

La Madre Tierra se fragua
por su propio movimiento
a ninguna ley sujeta.

Por eso, aro el agua,
trazo surcos en el viento
y quiero ser su poeta.

miércoles, 26 de abril de 2017

Sonetillo para Enfero

¿Sabes que admiro tu pulso
cuando escribes sonetos,
que elevas todos mis retos?
Contigo me sueno insulso.

¿Sabes los diablos que expulso
de poemas incompletos,
predicados sin sujetos
que tras tus versos repulso?

Quise decir con grandeza,
poniéndome a tu altura:
¡me tienes en el bolsillo!

Conste que no es pereza,
que ensalzaré tu figura
mejor con un sonetillo.

sábado, 11 de marzo de 2017

Género con estrambote

Siempre he sido feminista
pero mi comportamiento
también ha sido machista:
lo sé bien y lo lamento.

De aquel entonces, dista
todo el conocimiento
que ilustra al quebrar la arista
social para integramiento.

Todos y todas tenemos
algo de culpa en ello
pero no me justifica.

Algunas y algunos hemos
progresado sin desuello.
Quien yerra y no rectifica

bien claro se identifica
en el eslabón perdido
sin el cerebro erguido.

viernes, 3 de marzo de 2017

Transonetillo

Soy tu engaño en lo cierto,
un susurro clandestino,
un sueño sin un destino,
un eco en el desierto.

Soy lo que soy, no me invierto;
soy persona, no inquilino
masculino o femenino;
y soy más vivo que muerto.

Me hago oír y desprecias
lo que tu mente no llega
a comprender sobre el resto

pero, a palabras necias,
mi cuerpo no se doblega
ante tu craso supuesto.


© Juan Calle

sábado, 21 de enero de 2017

Ánima de lucro

Yo no tengo ningún nombre,
tampoco cobro prebendas:
eso es cosa del hombre
y la mujer, y sus prendas,
me refieren con pronombre
y me tiznan con leyendas.
¡Qué cosa más me asombre
que creer a ciegas con vendas!

Voy de un sitio para otro
y estoy a la vez en todos
y en todos veo lo mismo:
me asomo a vosotros
con física de beodos
y es tan sólo un espejismo.

Vivo en los aledaños
de un planeta llamado tierra
donde se guían con años,
conmigo, fronteras, guerras,
sin balance de los daños,
con mi imagen saca-perras
y treguas de mal apaño
que mal llaman de posguerra.

Es un best-seller mi vida
pero yo no me involucro
que surgen miles de "yos".
Disculpa que me despida,
amada ánima de lucro,
he de seguir siendo dios.


© Juan Calle

domingo, 15 de enero de 2017

Sonetín mexicano II

Que te respeten la vida,
mi Ciudad Juárez querida,
y la paz del corazón.

Que la justicia no dañe
y la igualdad no se empañe
entre mafia y corrupción.

Y volver, volver, volver (1)
a las cosas del querer.

Con versos de la madeja
vendada bajo las cejas
maquilo mi sonetín

para sanar del olvido
todos los versos heridos
en manos de algún jolín. (2)


© Juan Calle

(1) Vicente Fernández
(2) Rabón, rabo más corto de lo normal

Sonetín mexicano I

Dirás que por qué te escribo
sin acusarte recibo,
no se nos vaya a perder,

y te expongo mi alegato
contra los asesinatos
y el abuso del poder.

La de la mochila azul, (1)
que se siente en el curul. (2)

Que se llenen de conciencia
los capos de delincuencia
hasta saber respirar

y el manto de Guadalupe,
extendido, se ocupe
de lo que haya lugar.


© Juan Calle

(1) Pedro Fernández
(2) Escaño

jueves, 12 de enero de 2017

Sonetillo a otro son

Todos los himnos carecen
de la humedad tras llover,
de sueños que desvanecen,
de enigmas por resolver.

Todas las banderas crecen
con el miedo a caer,
eclipsando cuanto ofrecen
ocaso y amanecer.

Yo quiero seguir mi paso
sin que me pongan cortinas,
poder cambiar de canción

sin vendas de otros fracasos
ni mordazas que incriminan
cuando alguien pierde el son.


© Juan Calle

Me iré

Abrazo un álbum de fotos
y, con ello, a la vida;
recojo cristales rotos
que me dejaron herida.

Presencio tanto pasado,
algunas huellas borradas,
y recuerdo lo olvidado
de viejos cuentos de hadas.

Inundé mares llorando
y ya me tiro al monte,
cuando se me está acercando

más y más el horizonte.
Me iré, mas quién sabe cuándo,
pero sin ningún apronte.


© Juan Calle

Embrión de sonetillo

A Manuela, en su cuarto mes de "gest-acción"

Tras tu amniótico velo
sueño ñúes y sinsontes,
abro los brazos y vuelo
y alcanzo el horizonte.

Olfateo tus caricias,
disimulo tu sonrisa,
te celebro -¡qué albricias!-
sin pausa pero sin prisa.

Me ganas al escondite,
apuestas mi paz futura
y ya me das la espalda.

Te la devuelvo de envite:
Si no comes la verdura
no podrás ver a Mafalda.


© Juan Calle

Un tango para la muerte

Sus horizontes humildes
asoman tras los visillos.
Tiene acento sin tildes,
le quedan dos cigarrillos.

A medio teñir, es rubia
con las cejas de carbón
y baila bajo la lluvia
con las nubes de telón.

Perdió su virginidad
en alguna misa negra,
a muy temprana edad,

tiene a Aurora por suegra.
Canta un tango a su muerte
pero no cambia su suerte.


© Juan Calle

Nota.- "¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora!, del antiguo testamento.

Mis memorias II

Soy una princesa añil
de un país republicano,
primavera sin abril,
manga por hombro sin mano,

el borde de mi camino,
una flor ya deshojada,
un quebranto paulatino,
un sueño sin almohada.

Si quieres saber de mí,
con la protección de datos
no resulta baladí.

Salvo por mis garabatos,
reúno todo mi aval
en la ficha policial.


© Juan Calle

Nota.- Los dos últimos versos están basados en un diálogo de Woody Allen.

Mis memorias I

Soy ese gran laberinto
sin fortuna ni ruleta,
un verso bajo precinto,
cuadro sin pinacoteca,

como mirar de reojo
la tormenta sobre el mar,
los panes que nunca mojo,
cuento de nunca acabar.

Si quieres saber de mí
consulta en mis memorias.
Yo nunca las escribí

pero son absolutorias:
reúno todo mi aval
en la ficha policial.


© Juan Calle

Notas.- En los versos 1 y 2 se hace referencia a "laberinto de fortuna", de Juan de Mena. Los últimos versos son una adaptación de un diálogo de Woody Allen.

Sonetillo de otoño

Cada otoño asisto
al suicidio de las hojas,
a la par que me despoja
de esta vida en que existo.

Ocre mirada abrigada
al cobijo del invierno,
mi camino al averno
carece de alboradas.

Estación casi sin trenes,
de retiros paulatinos
y de sombras sin solsticio,

acógeme en tus edenes
con su bilis vitelino.
Ten por bueno mi obrepticio.


© Juan Calle

Madeja de corazón

Te prometí conjeturas,
me dio pánico temer,
nunca quise entretejer
una maraña futura.

Perdí lo que aún perdura,
mi futuro fue ayer,
jamás supe comprender
querer sin esta tortura.

Mis venas están vacías,
sólo destinan ausencias
carentes de compasión

y con trayectorias frías,
bisturís sin indulgencias.
Sonllora mi corazón.

Sonetillo del aedo José

Me sumerjo con premura,
cámara en mano y memoria,
para revisar la historia
sobre la literatura.

Me presento, cuando ruedo,
con Brecht, Lennon, desenfado,
Cervantes, Chéjov, Machado,
Manrique, Lorca, Quevedo,

escenas sin horizonte
y talento sin homónimo.
Dramaturgo sin falacias,

rapsoda con pardomonte
por la fama del anónimo.
Muchas, muchísimas gracias.


© Juan Calle

Nota.- Sonetillo escrito para el dramaturgo José Varela.

Sin comentarios III

Escribir es el sentido
volátil de mi inventario;
el remitente cohibido;
el revés de lo contrario;

hurgar lo desconocido
del auténtico calvario;
pasaporte al olvido
desprovisto de sudario;

lo que hay por lo habido;
crecer más de lo que mido;
el pie de tus comentarios.

Escribir es lo servido,
si no, algo parecido.
Be quiet... sin comentarios.


© Juan Calle

Sin comentarios II

Escribir es la salida
al sino del solitario;
la mala causa perdida
de los lobos esteparios;

la letra nunca vencida;
la vacuna del calvario;
echarse a la bebida
sin argumentos ni horarios;

la lección desaprendida;
una pasión atendida;
ejercer vocabulario;

una razón traducida;
una y otra recaída;...
Be quiet... sin comentarios.


© Juan Calle

Sin comentarios I

Escribir es respirar
en el fondo de un acuario;
la fuga de humo del bar;
el polvo del anticuario;

el destino del azar;
el secreto del notario;
la rúbrica al rellenar
un complejo formulario;

tu vestido sin guardar;
una deuda sin saldar;
un dios sin destinatario;

mi corazón sin guardar;
un bolillo que encajar;...
be quiet... sin comentarios.


© Juan Calle

El sentido de mi vida

No sé vivir con un yugo
ni con pies sobre mi cuello,
yo mismo fui mi verdugo
juzgándome a degüello.

Hoy, cada noche, me fugo
en busca de mi atropello
y en el albor apechugo
el precio de mi desuello.

El sentido de mi vida
pasa por hallar las llaves
de las cadenas del ser.

Se muere sin despedida,
se acaban los enclaves
y en lo que quisiste creer.


© Juan Calle

Nada a deber I

No creo en las fronteras
ni en los destinos marcados.
Vivimos en las trincheras
que señalan los mercados.

El precio de las hogueras
asentó los principados
donde llenar la cartera
se convirtió en "sagrado".

Cuando me muera, que digan
que yo pagué mis excesos
pues así tiene que ser.

Y que jamás me "bendigan",
sólo quiero que mis huesos
no dejen nada a deber.


© Juan Calle

Profanación

La palabra es un arma
que tiene su doble filo:
igual te mantiene en vilo
que no funciona la alarma;

tan pronto te lleva al karma
como mata con sigilo;
te hace pender de su hilo
o, diestramente, te "engarma".

Hay palabras que parecen
de ida cuando van de vuelta;
otras que no se merecen,

dueñas de la lengua suelta...
Palabras que reverencio
por sentenciar en silencio.


© Juan Calle

Nota.- La profanación viene de ser escrito en la casa museo de Juan Ramón Jiménez durante la lectura de otros poetas provenientes de casi toda España y algunos otros lugares del mundo.

Sonetillo de trastos

Andabas escamada
de noches sin más duelo
que acoplar tu pelo
bien sobre la almohada.

Yo venía curtido
en sintéticas pieles,
ajeno de las mieles
de un éxito perdido.

Tú, lo que más temías
era dar con tus huesos
en el placar de besos

omisos de mis días.
Soy tan desordenado
que sigues a mi lado.


© Juan Calle

Coro de sirenas

¡Cómo me hacen los coros
los cantos de sirenas
en la vida sin escenas
y vacíos los aforos!

Ya no busco los tesoros
en las islas sin arenas
ni tengo sangre en las venas,
ni el menor de los decoros.

Un público confundido
aplaude todos mis ripios
y yo me siento perdido,

y abuso de participios.
¡Cómo doy por concluido
este final sin principios!


© Juan Calle

Do-Re-Mi-Fa-Sol-La... No

¡Cómo rellenar tu ausencia
con latidos y suspiros!
Asumo la consecuencia
de la vida con sus giros,

rechazo la condolencia,
me expreso sobre papiros
y vivo bajo tu influencia:
no espabilo ni a tiros.

Mis gritos resultan mudos,
en mi escala falta un SI
y mis ojos van desnudos

de tanto que los vestí.
¡Cómo se templan los nudos
del estómago sin ti!


© Juan Calle

miércoles, 11 de enero de 2017

Mis manos de seda

¡Cómo remendar los llantos
que se desnudan al alba!
Trato de entonar mis cantos
allí do la pintan calva.

¡Cómo contar "no-sé-cuantos"
si ni uno de ellos me salva!
Gané todos mis encantos
después de regar mi malva.

Escribiré lo que queda,
prenderé mi cigarrillo,
recitaré como pueda

y cantaré como un grillo.
¡Cómo se visten de seda
todas las monas que pillo!


© Juan Calle